Y...¿Qué va a hacer si la aprueban?
El presidente Rafael Correa tiene un grave problema si se aprueba el
proyecto de ley de comunicación: Ya no podrá insultarnos a los periodistas del
Ecuador con el injusto y generalizado epíteto de "Prensa corrupta".
Veamos el proyecto de ley:
Inciso C, capítulo 1, título 1:
"Abstenerse de difundir opiniones que mediante el descrédito,
menosprecio o humillación a los miembros de un colectivo racial, étnico,
sexual, religioso, clase social, posición política o similares que contribuyan
a un clima social de hostilidad contra aquellas personas que formen parte del
colectivo afectado".
¿Y ahora? ¿Podrá soportar el Primer Mandatario el hecho de no poder
descargar su odio contra nosotros, los "humildes gorriones de los
diarios"?. Y más grave aún: con qué autoridad moral el Presidente impulsa
junto a la bancada de su movimiento político la aprobación de este inciso que
él mismo ha violado durante todo su gobierno, sábado tras sábado?
El hacer lo que le prohíbe a otros ha sido una constante en el gobierno
de Correa. Una triste lección de parte de un gobernante con poder omnímodo, que
hace -literalmente- lo que le da la gana.
EL SILENCIO DE LOS CULPABLES
La falta de lógica, así como de conocimiento sobre lo que es el
periodismo, se demuestra en cada párrafo del proyecto de la ley de
comunicación.
"Reconocer a las personas naturales y jurídicas del sector privado
su derecho a no proporcionar información ni responder preguntas si así lo
deciden", dice el proyecto en su inciso e, numeral 3 del capítulo 1 del
título 2.
El periodismo de investigación recibe un duro golpe con esta
propuesta.Las empresas privadas vinculadas a actos de corrupción del sector
público pueden guardar, protegidos por esta ley, un silencio cómplice sobre
-por ejemplo- contratos petroleros, mineros, de dotación de armas,
aviones, barcos etc. No tendríamos derecho a ninguna explicación a las
inquietudes, no de los periodistas sino de los 14 millones de ecuatorianos.
¿Estamos dispuestos a perder el derecho a obtener una respuesta a
nuestras preguntas periodísticas por parte de una empresa privada en casos como
los citados?
¿Es justo que -en el caso de las empresas privadas que contratan con el
gobierno-la prensa no pueda llegar mas allá de lo que el empresario quiera
decir?
Patentes de corso para la impunidad,para la corrupción en todas sus
formas.
Los galimatías de la ley de comunicación
Lo peor que puede pasarle a una ley, es que sea supeditada al criterio
de personas que la apliquen de acuerdo a sus personales gustos, conceptos o
filosofía.
Y es lo que se nos viene, si se aprueba la ley de
comunicación.Ejemplos,hay varios y notorios en el proyecto que estudia la
Asamblea. Citemos uno solo.
Inciso d,numeral 3, Título 2, capítulo 1
"Evitar un tratamiento morboso a la información sobre
crímenes,accidentes, catástrofes u otros eventos similares."
La definición RAE de Morboso es:"adj. que se siente atraído
obsesivamente por lo desagradable, lo cruel, lo prohibido. Ej: que tiene una
obsesión morbosa por la muerte".
Preguntamos a los padres y madres de la patria que tienen la
responsabilidad de aprobar esta ley:
¿Quiénes van a decidir qué es o no es morboso en un contenido
periodístico?
¿Bajo qué criterios? Porque de acuerdo a ciertos esquemas culturales y
mentales, los desnudos de Miguel Ángel en el techo de la capilla sixtina
podrían ser considerados "morbosos". O el cuadro de la Maja desnuda
de Goya. Es difícil aplicar una ley bajo conceptos muy privados, muy personales
y por lo tanto totalmente subjetivos. ¿Estamos preparados para ello?
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