domingo, 26 de agosto de 2012

Editorial "Ley de Comunicación" por Henry Holguin.


Y...¿Qué va a hacer si la aprueban?

El presidente Rafael Correa tiene un grave problema si se aprueba el proyecto de ley de comunicación: Ya no podrá insultarnos a los periodistas del Ecuador con el injusto y generalizado epíteto de "Prensa corrupta".
Veamos el proyecto de ley:

Inciso C, capítulo 1, título 1:

"Abstenerse de difundir opiniones que mediante el descrédito, menosprecio o humillación a los miembros de un colectivo racial, étnico, sexual, religioso, clase social, posición política o similares que contribuyan a un clima social de hostilidad contra aquellas personas que formen parte del colectivo afectado".

¿Y ahora? ¿Podrá soportar el Primer Mandatario el hecho de no poder descargar su odio contra nosotros, los "humildes gorriones de los diarios"?. Y más grave aún: con qué autoridad moral el Presidente impulsa junto a la bancada de su movimiento político la aprobación de este inciso que él mismo ha violado durante todo su gobierno, sábado tras sábado?

El hacer lo que le prohíbe a otros ha sido una constante en el gobierno de Correa. Una triste lección de parte de un gobernante con poder omnímodo, que hace -literalmente- lo que le da la gana.



EL SILENCIO DE LOS CULPABLES

La falta de lógica, así como de conocimiento sobre lo que es el periodismo, se demuestra en cada párrafo del proyecto de la ley de comunicación.
"Reconocer a las personas naturales y jurídicas del sector privado su derecho a no proporcionar información ni responder preguntas si así lo deciden", dice el proyecto en su inciso e, numeral 3 del capítulo 1 del título 2.
El periodismo de investigación recibe un duro golpe con esta propuesta.Las empresas privadas vinculadas a actos de corrupción del sector público pueden guardar, protegidos por esta ley, un silencio cómplice sobre
-por ejemplo- contratos petroleros, mineros, de dotación de armas, aviones, barcos etc. No tendríamos derecho a ninguna explicación a las inquietudes, no de los periodistas sino de los 14 millones de ecuatorianos.
¿Estamos dispuestos a perder el derecho a obtener una respuesta a nuestras preguntas periodísticas por parte de una empresa privada en casos como los citados?
¿Es justo que -en el caso de las empresas privadas que contratan con el gobierno-la prensa no pueda llegar mas allá de lo que el empresario quiera decir?
Patentes de corso para la impunidad,para la corrupción en todas sus formas.

Los galimatías de la ley de comunicación

Lo peor que puede pasarle a una ley, es que sea supeditada al criterio de personas que la apliquen de acuerdo a sus personales gustos, conceptos o filosofía.
Y es lo que se nos viene, si se aprueba la ley de comunicación.Ejemplos,hay varios y notorios en el proyecto que estudia la Asamblea. Citemos uno solo.
Inciso d,numeral 3, Título 2, capítulo 1
"Evitar un tratamiento morboso a la información sobre crímenes,accidentes, catástrofes u otros eventos similares."
La definición RAE de Morboso es:"adj. que se siente atraído obsesivamente por lo desagradable, lo cruel, lo prohibido. Ej: que tiene una obsesión morbosa por la muerte".
Preguntamos a los padres y madres de la patria que tienen la responsabilidad de aprobar esta ley:
¿Quiénes van a decidir qué es o no es morboso en un contenido periodístico?
¿Bajo qué criterios? Porque de acuerdo a ciertos esquemas culturales y mentales, los desnudos de Miguel Ángel en el techo de la capilla sixtina podrían ser considerados "morbosos". O el cuadro de la Maja desnuda de Goya. Es difícil aplicar una ley bajo conceptos muy privados, muy personales y por lo tanto totalmente subjetivos. ¿Estamos preparados para ello?

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